SAN MARINO
- xiimeniix
- 19 nov 2019
- 6 Min. de lectura
San Marino, oficialmente la República Serenísima de San Marino, a menudo abreviado a la República de San Marino, es un estado sin salida al mar de ' el sur de Europa se encuentra en el centro-norte de la península italiana , a frontera entre las regiones italianas de Emilia-Romagna (provincia de Rimini) y de las Marcas (provincia de Pesaro y Urbino).

Tiene una extensión territorial de 61,19 km², poblada por 33 422 habitantes. Es uno de los menos poblados entre los estados miembros del Consejo de Europa y las Naciones Unidas. La capital es la ciudad de San Marino , el idioma oficial es el italiano y los habitantes se llaman San Marino.

Desde 2008, el centro histórico de la ciudad de San Marino y el monte Titano han sido incluidos por la UNESCO entre los sitios del patrimonio mundial como "evidencia de la continuidad de una república libre desde el siglo XIII".
LAS “ROCCHE”, LOS CASTILLOS DE SAN MARINO Y SUS INCREÍBLES VISTAS
La visita imprescindible en San Marino es la que lleva hasta sus tres “rocche” o “torri”, las tres torres/castillos que se alzan en lo alto del monte Titano, visibles desde muy lejos. Son, junto con el propio santo que le da el nombre al país, el símbolo por excelencia de San Marino, aparecen por doquier, incluso en la bandera del país, y tienen hasta nombre: Guaita –o Rocca–, Cesta y Montale respectivamente.
Es muy recomendable entrar en la prima rocca y en la seconda rocca. Ésta última tiene una colección de armas antiguas pero, más que los edificios en sí o sus colecciones, lo que más asombra son los paisajes que vislumbran desde ahí.

Primero las vistas hacia las otras torres, la más famosa, la que verás en todas las postales de la ciudad, es la que hay desde el exterior de la segunda hacia la primera. Y luego están las vistas de los paisajes que rodean San Marino: la llanura que lleva hacia el mar Adriatico, donde está Rimini, a un lado y las colinas del Montefeltro –una región histórica que incluye parte de las regiones actuales de Las Marcas, Emilia Romaña y Toscana– al otro. Cuando las colinas y los castillos se tiñen de rojo al atardecer las vistas son mágicas. Nos han dicho que lo son también al amanecer, cuando el sol nace del mar, muy visible desde los castillos, pero de eso no tenemos prueba.

En la tercera torre no se puede entrar pero el pequeño paseo que lleva hasta ahí desde la segunda en medio de un bosque merece mucho la pena.
EL CENTRO HISTÓRICO DE LA CAPITAL DE SAN MARINO
Parece mentira que ese bosque, tan tranquilo, esté al lado del centro histórico de la capital de San Marino, Città di San Marino, que es de todo menos tranquila. El turismo de masas ha llegado al pequeño país desde hace tiempo y, con él, las tiendas de comida rápida, de los souvenirs más típicos y de otros mucho menos típicos: ¡réplicas de armas!
Los bombardeos de la segunda guerra mundial llegaron también aquí a pesar de ser un país neutral e hicieron bastantes destrozos, con lo que muchos edificios están reconstruidos, pero el trazado del centro histórico de la ciudad es todavía el del siglo XIII. Queda también, parte de las murallas más “nuevas”, de los siglos XIV/XV, con puertas como la porta di San Francesco o la porta della rupe.

Otros puntos de interés son la basilica di San Marino –del siglo XIX pero construida sobre una iglesia medieval que era, junto a la primera torre, el núcleo del primer centro histórico de la ciudad–, la iglesia de San Francisco, la calle Basilicius con sus palacios de los siglos XVI y XVII, el monasterio de Santa Clara –ahora sede de la Universidad de San Marino y del museo del emigrante, del que nos hablado muy bien– y el Teatro Titano, del siglo XVIII. Todo el centro histórico, junto con el monte Titano, incluyendo las torres, ha sido declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
EL PALAZZO PUBBLICO O PALAZZO DEL GOVERNO
El edificio más importante de la ciudad es el palazzo pubblico o palazzo del governo, sede de todos los órganos institucionales y administrativos de San Marino, con nombres tan anacrónicos como los capitanes regentes, el consejo grande y general, el consejo de los XII o el congreso de Estado.

La primera impresión que tuvimos al verlo desde la piazza della Libertà fue de encontrarnos con un edificio medieval como el palazzo dei consoli de Gubbio, pero, en realidad, es del finales del siglo XIX, aunque esté hecho imitando los edificios medievales.
Si no hay ceremonias oficiales o plenos, se puede entrar a visitarlo, incluso a la sala del consejo grande y general, donde domina el enorme cuadro de la Aparición de San Marino al pueblo, con su tabla “Relinquo vos liberos ab utroque homine”, o sea “os dejo libre de ambos hombres”, la frase que habría pronunciado San Marino antes de su muerte al pueblo san marinés refiriéndose a las que serían las figuras del emperador y del Papa y que es el fundamento de la libertad e independencia del país.
La verdad es que es curioso entrar en esa salita relativamente pequeña, al fin y al cabo hablamos de un país de 35.000 habitantes, pero tan pomposa que infunde respeto.
MUSEOS DE SAN MARINO
Como decía anteriormente, merece mucho la pena entrar en las dos rocas y en el palazzo pubblico. Los tres sitios son parte de los “Musei di stato della Repubblica di San Marino”, los museos estatales, junto a otros dos, el museo di Stato y el museo San Francesco. Se puede entrar a cada uno de ellos por 3 € o a todos con un billete único de 9 € (más 1,5 € de la tarjeta que te devuelven), la tarjeta “multimuseo”. Así que, si te haces con esta última, el museo di Stato y el museo San Francesco salen gratis.

CURIOSIDADES SOBRE SAN MARINO
En nuestro paso por San Marino nos llamaron la atención unas cuantas curiosidades, aquí van algunas de ellas:
Es el quinto estado más pequeño del mundo –tras Ciudad del Vaticano, el Principado de Mónaco, la República de Nauru y Tuvalu– y, casi todo el mundo tiene un cargo oficial, así que cualquier discusión de la comunidad de vecinos puede convertirse en cuestión de estado entre, por ejemplo, ¡un embajador y un representante de la ONU!
Es la república más antigua del mundo y su historia es muy curiosa: por aquí pasaron desde Napoleón a Garibaldi pero nadie la conquistó, el primero incluso le ofreció más territorios, sólo estuvo bajo la dominación de la Iglesia durante seis meses (en la página web de Visit San Marino hay algunos datos históricos).
En la iglesia parroquial no hubo crucifijo hasta la visita del Papa Benedicto XVI en 2011, antes sólo estaba la estatua de San Marino con la palabra “libertas”, libertad, que poco tiene de religioso: la devoción a San Marino no es tanto religiosa como simbólica hacia esa libertad del estado.
Abraham Lincoln es ciudadano honorario de San Marino y hay un busto de bronce dedicado al presidente americano en el palazzo pubblico, ya que en 1861 dijo a los capitanes regentes “Although your dominion is small, your State is nevertheless one of the most honored, in all history”.
Los pueblos aquí se llaman castillos: la república está formada por nueve castillos, de los cuales uno es la capital Città di San Marino.
El monte Titano, con su nombre tan evocador y mítico, en realidad es poco más que una colina de 739 m.
El Gran Premio de Fórmula 1 que ha hecho San Marino en realidad no se corre en San Marino sino en Italia.
La “moda” de ir a San Marino a comprar armas nació en los años ‘60, cuando las leyes que regulaban las compras de armas aquí eran mucho más flexibles que en Italia, ahora todas las tiendas, menos una, venden réplicas.
En la oficina de turismo, por 5€, puedes ponerte un visado de San Marino de recuerdo en el pasaporte.
San Marino fue durante años un paraíso fiscal utilizado para evadir tasas y comprar en los outlets a precios más bajos por los italianos, un poco como Andorra en España, y los bancos crearon una riqueza enorme en este pequeño país, ahora las leyes de transparencia han hundido el negocio y la crisis ha llegado también aquí.
Ser sanmarinense era muy complicado hasta hace muy pocos años, y sólo los hombres podían transmitir la ciudadanía a sus hijos y mujeres.
El cargo de los dos capitanes regentes que lideran el país dura sólo seis meses.
El orgullo de los sanmarinenses por su libertad, su trabajo de diplomacia, su pobreza en el pasado que nos les impidió ir adelante es increíble –eso sí, el tema de la riqueza de los bancos no suele salir–.
El idioma que se habla aquí es el italiano, con dialecto romagnolo, el de la zona de Italia donde se encuentra, en romagnolo el nombre del país se pronuncia San Marèin o San Maroin.

La verdad que lo que más me gustó de San Marino o fueron los monumentos, sino las pequeñas callejuelas que vi alrededor de la ciudad. Pero, de todas maneras, San Marino lo podeis ver en 1 día perfectamente.
UN SALUDO Y UN BESO PARA TODOS LOS QUE ME LEEN Y ME APOYAN DÍA A DÍA.
Comentarios